sábado, 27 de junio de 2009

"Soy una persona maravillosa"

"Soy una persona maravillosa" es una de las afirmaciones o decretos a los que más recurrimos si tenemos esta práctica como disciplina o si, en algún momento difícil necesitamos reforzar nuestra autoestima y valor.
Sin embargo, el repetirla un millón de veces no necesariamente surte algún efecto, entre otras cosas (quizá la más importante), porque no la creemos. "Una persona maravillosa, ¿yo?", es mucho más fácil y cómodo identificar y centrarnos permanentemente en nuestros errores y defectos que en aceptar esas virtudes y potencial que todos tenemos.
El día de hoy te quiero hacer una sugerencia muy sencilla:
Date un tiempo en el que no seas interrumpido y una vez que estés relajada, recuerda lo que hiciste el día de ayer con el mayor detalle posible. ¿A cuántas personas pudiste haber "tocado" de una forma positiva? ¿cuántas cosas hiciste que pudieron beneficiar a otros, aún sin que tú te hayas dado cuenta? ¿cuántas cosas hiciste con toda la intención de aportar algo a los demás, a tu mundo?
Reconoce que acciones como levantarte más temprano para llegar a tiempo a tu trabajo benefician indirectamente a tu familia y a tus compañeros de oficina; que al tomar un buen desayuno tu mismo cuerpo ya lo agradece; que al ceder el paso a un anciano, lo estás tocando con tu compasión; que al limpiar tu casa y recoger la basura estás afectando positivamente al medio ambiente.
A medida que vayas haciendo este recuento, imagina (o recuerda) a estas personas (o a estos seres, si es el caso) mostrándote agradecimiento y aprecio. Escúchalos y date cuenta cómo a través de ese aprecio, si te abres a recibirlo, sabrás que verdaderamente eres una persona maravillosa.